Religión Tercero
viernes, 5 de diciembre de 2014
martes, 19 de febrero de 2013
martes, 29 de enero de 2013
Parábolas y Bienaventuranzas
lecturas para hacer los ejercicios de la página 49.
El Reino de los Cielos es semejante a un
tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo
y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo
aquel.
El Reino de los Cielos es semejante a un
grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más
pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y
se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus
ramas.
Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos
poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque
ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y
sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que buscan la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa
de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien,
os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos porque vuestra
recompensa será grande en los cielos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)